Realidad.

Me hallo en una encrucijada. Sí.

Exactamente no sé qué opción elegir.

¿Es cuestión de envidia? Por algo es un Pecado Capital, y ello no redime de incluso aquellos que pensamos que ni saben el significado de la mitad de las palabras del diccionario.

¿Es cuestión de tratar de transmitir la mala suerte que se tiene? Porque también observo cómo una persona desgraciada le transfiere esa desgracia a otros para soliviantarse.

¿Es cuestión de aburrimiento? Pues también es posible... de hecho, yo también alcanzo ese estado, y por ello ya he tomado ciertas decisiones.

¿O simplemente es porque su existencia vale tan poco, es tan miserable, y no es más que un parásito de amigos/relaciones que necesita robar lo que otras personas ya han construido?

Uhm, se torna interesante. De cualquier forma, se acabó el juego. Los traidores sólo tienen un lugar: ninguno.

Ahora me explico porqué siempre se queja de tanta soledad... hubo muchos antes que yo por lo que veo.