SH Symbol GIF Pictures, Images and Photos

martes, 22 de julio de 2014

Ahora toca lo difícil...


Ya está. 


Ya queda cerrado este gran tomo de mi vida y pasa a formar parte de la Gran Biblioteca que voy coleccionando. Ha sido un tomo de 8 años, muy duro, y con satisfacciones que parecía que no iban a llegar nunca. Y que cuando así era, se reiniciaban las ganas de seguir. Porque puedo decir orgullosa que lo conseguí, algo que no todo el mundo puede admitir. La recompensa espero que poco a poco vaya llegando, en forma de un futuro estable y orgullo profesional.

Porque tantos años han hecho mella en mí. Pierdes fuerzas con nada, y a pesar de no haber estado nunca sola, sientes que todo tu alrededor va a una velocidad distinta a la tuya, piensa de manera diferente a ti, y lo que es peor, crees que el problema es del resto.

No ha sido un camino fácil por muchos motivos. Los obvios, claro está, son el hecho que hacer una carrera de ciencias puras aplicadas supone una presión y agobio que ni cualquiera soportaría ni cualquiera llevaría a termino. Pero yo sí. Y me encanta saborearlo. Me encanta poder sentirme geóloga, de verdad, con la autoridad que me dan 8 años a mi espalda de estudios, prácticas y campo. Mucho campo. Pero ahora toca lo difícil. Que me paguen por ello (>.<). Así que ese es el siguiente paso. Pero aún no. Hasta septiembre, soy completamente libre de hacer lo que quiera. Que me lo he ganado, coño :P

Pero como ya insinuaba anteriormente, el camino ha sido difícil por más motivos. El que parece ser ya "trending topic" en mi vida y, por lo que descubro cada día, el de muchos: ver cómo se va la gente.
No voy a ser cínica. Mucha gente no se ha ido, la he echado, directamente. Perfiles de personas del tipo tóxico simplemente las he sacado de mi vida. Porque es tan sencillo como que, quien no ha estado en mis malos momentos, que no espere que aguante las mierdas que les pase. Así de simple. Guste o no. 
Por otro lado, también tengo perfiles de gente que son directamente fantasmas... cuando a priori éramos inseparables y toda esa mierda que se escribe en las dedicatorias de las agendas del colegio. 
Y finalmente, tengo a aquellos tímidos. No me refiero a la timidez emocional que pueda sufrir a una persona, sino a una amistad tímida. Es decir, está ahí, silenciosa y de vez en cuando latente, pero está. Y esas, para mi gusto, son las mejores. Porque son las que merecen mi más plena confianza. Cada uno a lo suyo. Pero sé que si les necesito estarán ahí. 
Pero como no quiero que esto se torne de nuevo la típica entrada de "gentequenovalenada" vs "gentequelovaletodo", resumo todo ello en que pronto haré limpieza. Porque cuando colocas un tomo en la estantería, antes le pasas un trapo. No va a ser diferente en este caso, ¿no?

Y como esto se trata de lo que va a venir ahora, empezaré por lo que siento. 
Desde hace ya varios años, por una sucesión de acontecimientos, terminé haciéndome la coraza más fuerte que jamás he sentido. Es muy gruesa, pesada, y cumple muy bien su función. Demasiado bien. Y en lo que se refiere a sentir, hace mucho tiempo que me cuesta sentir cualquier tipo de emoción, buena o mala. Es como una electroencefalograma casi plano. Y digo casi, porque he descubierto que sí que siento. Pero sólo en las situaciones muy jodidas respecto a mí o a mi gente (más hacia estos últimos). Y cuando digo muy jodidas, son eso, muy jodidas. Reduciendo el espectro a sólo aquellas que son de una gravedad mayúscula. El resto... nada. 

Aunque no lo parezca a simple vista, es bastante grave. Porque me hace ser un témpano de hielo casi todas las ocasiones, y de repente un buen día, explotar. Con todo lo que se ha ido posando en mi interior. Es una sensación extraña, porque incluso cuando exploto... la emoción es la de "vaciarse", no la del sentimiento que provoque la explosión (dolor, ira, impotencia, rabia...). Es raro de cojones.

Pero claro... Nunca me he considerado normal.

Así que sí, estoy orgullosa de mí, de mi grandísimo logro. De ver lo orgullosos que están a su vez mi gente, de corazón. De haberme demostrado a mí misma que todavía no se me ha presentado el reto en mi vida que no haya superado. Y eso es así. Excepto la muerte, ninguno me ha superado.
Quizás ese es el motivo precisamente por el que me creo que no siento a penas emociones. Por lo que, lo que todo el mundo dice que es un abismo, yo espero tranquila a que llegue el momento de empezar la nueva etapa, con nueva gente, nuevas preocupaciones, nuevos retos... tranquila, sin prisa, y nunca con el culo quieto. 

Lo que tenga que ser, será. Por lo pronto, voy a poner en orden muchas cosas que dejé en el tintero hace tantos meses atrás. Y cambios. Muchos cambios. Los quiero y ansío. Y ya han empezado.


A más ver...

martes, 25 de febrero de 2014

Perdóname por defender que yo a los 13 años me ocupaba de seguir siendo una niña.

"Tú no sabes la historia que hay detrás de cada uno".

Esa frase, no sólo coarta y censura cualquier réplica, sino que asume que la persona a la que se le dirige no tiene voz ni voto ante el argumento que haya suscitado la polémica.

Y lo mejor, es que esa frase salga de boca de alguien que lleva la libertad por bandera. Bravo. Simplemente bravo.

Con cosas así, una se vuelve más radical. Una se vuelve más (si cabe) misántropa. Y sobretodo, una al final se vuelve todo eso... pero en silencio. Porque la experiencia te ha dicho que a todo el mundo le gusta dejar su opinión en todo... pero ojo como te atrevas a intentar entablar un debate. Simplemente, se volverá automáticamente en discusión. Y tienes la mala costumbre de no querer vivir tu vida amargado discutiendo con todo el mundo. Cachis.

Efectivamente, volviendo al comienzo, a no ser que seas la madre del sujeto, el padre del mismo, sus abuelos, su hermano mayor, o su puta compresa con alas, efectivamente nadie sabe la historia que hay detrás de cada uno. Y ahí es donde reside el círculo vicioso que yo critico y criticaré, le joda a quien le joda.

Quien se crea que esa frase es el argumento definitivo, va a ser un desgraciado de la vida de por vida. Básicamente porque es la postura del conformismo. "Como esta persona ha tenido un padre que pegaba a su madre, es normal que queme viva a su novia"; "Como esta persona ha crecido sin unos padres que le eduquen, es normal que a los 14 años se haya follado a toda su clase"; "Como esta persona sufrió un trauma por la separación de sus padres, es normal que hoy en día odie a los hombres/mujeres que se encuentra en su vida".

Pues estás muy equivocado. NO ES NORMAL. Si se asume que es normal, entonces vas jodido. Muy jodido. Porque entonces, no vale la pena cambiarlo, ¿no?

Pero no, siempre es mejor atacar, y digo atacar, no defender, con que se está juzgando a la gente porque, repito tus mágicas palabras, "no sabes la historia que hay detrás de cada uno".

Por supuesto que no la sé. Ni quiero saberla. Primero, porque a nadie le importa la mía, y segundo, porque no justifica los actos que hacen que, cada vez más, el ser humano se convierta en la basura que es. Y lo peor es que va a peor.

Así que bravo por esa filosofía de vida. Aplaudamos que hoy los niños dejen de ser niños a los 10 años, aplaudamos que su meta en la vida sea únicamente ser millonarios, aplaudamos que el cerebro se hace cada vez más pequeño pero lleno del placebo de lo que nos dicen que es normal; aplaudamos toda esa mierda.

Bueno espera, apláudela tú, que yo seguiré a lo mío, viendo con auténtica pena que, las chonis de ayer se escandalizan porque les halla salido su hija puta. [Y he dicho puta, sí. No prostituta o meretriz. Es decir, señoras que tienen el sexo por oficio, y todo mi respeto hacia ellas. Puta: aquella niña niñata y gilipollas que prefiere coleccionar pollas a neuronas.]
Y eso es así, tengan la maldita historia que tengan a su espalda. Porque esa niña crecerá pensando que es lo normal, y así educará a su hija. Y las chonis de hoy se escandalizarán porque su hija les halla salido puta.
Y eso es así, tengan la maldita historia que tengan a su espalda. Porque esa niña crecerá pensando que es lo normal, y así educará a su hija. Y las chonis de mañana se escandalizarán porque su hija les halla salido puta.

¿Lo pillas ahora?



Pero tranqui, ahora ya ni me importa lo que opines porque aprendo muy rápido.
.
.
.
Y más hipocresía al saco del mundo. Como si hubiera poca.

jueves, 6 de febrero de 2014

Lo más duro es lo más frágil.


Desde que llevo en esto de internet, y ahora que está tan de moda cuestionar todo el mundillo, el aniversario de Facebook y toda esa basura, me ha dado por plantearme realmente qué pinto yo aquí escribiendo cada tantos meses alguna gilipollez que me ronda la cabeza y que me apetece sacar, cual Pensadero...

Y es que creo que en mí se cumple a la perfección la máxima de "si no lo suelto reviento". Pero por suerte (o desgracia, depende del momento) me han educado, y muy bien además. Y lo que podría confundirse como mojigatería o conformismo, no es otra cosa más que educación. Me han enseñado a respetar a la gente, a hablar bien, a defenderme con elegancia y clase, a ignorar lo que no me beneficia y a saborear la miel del día a día. Pero lo malo de la educación es que es tan sólo una herramienta para bucear en el océano de incultura, despotismo y maldad que es la humanidad.

Porque no seamos hipócritas, aunque el mundo esté fundamentado en ella. El mundo se divide entre los que son buenos y los que son malos. No hay medias tintas. Y no voy a entrar en la dicotomía bien-mal, porque si bien son conceptos subjetivos, ese no es el tema en cuestión. Y es más, mejor perfilaré la idea... el mundo se divide en egoístas y humildes.
Un egoísta nunca va a mirar por su alrededor, nunca se va a plantear el daño que puedan causar sus decisiones. Nunca va a existir otro ser que no sea él y su circunstancia. Los odio. Con todo mi corazón. El egoísmo es el hijo de la envidia, el peor pecado porque trae tras de sí la ira. Y cada vez que me encuentro con perfiles así, me entra un nosequémisántrópico que me da asco.
Y así llevo unos años. Que toda la gente que me encuentro así, por educación, no las mando a tomar por el culo nada más verles el plumero. No. Aguanto hasta que puedo apuntar y disparar para sacarlos de mi vida. Y lo malo es que me estoy haciendo experta.

Por eso estoy aprendiendo a hacerme una coraza de plomo. Aún no la tengo por dos razones. La primera es porque no sé si es la mejor opción, ya que nada entrará, pero tampoco tampoco saldrá nada. Y esa es una de mis virtudes, soy tremendamente sensible. Si dejara de serlo, no podría reconocerme en el espejo.
Y la segunda, consecuencia directa de la primera, me hundiría. Protegida de toda la basura de fuera, eso sí, pero dejaría de existir. Para el mundo, para quienes quiero... y para mí.
Así que tan sólo es un prototipo que, por suerte, sin estar acabada, tiene una funcionalidad del 30%, que aunque no es mucho, me ayuda para el "apunta y dispara" de la mierda de gente que me encuentro cada cuando en cuando.

Vaya... eso me convierte en una egoísta... Miro mi propio interés sin importarme cuánto puedan afectar mis actos sobre ese porcentaje de escoria que compone a la humanidad... Maldita sea...

Eso me convierte...
en una persona horrible. Prodigo algo, expongo una idea que critico y luego soy la primera que la cometo. ¿Y ahora que hago?

...

¡Ah, lo olvidaba! Que el mundo se rige por la hipocresía. Qué susto... Por un momento pensaba que era igual que todos ellos.

Seguiré con mis problemas psicóticomorales en silencio. Que me desvío de lo que me había puesto a escribir... el mundo de internet.

Donde la persona más inestable puede ser la más normal.
Y es por eso amigos, por lo que adoro escribir aquí. ¿Os lo había dicho?


jueves, 14 de noviembre de 2013

Prefiero a los osos hormigueros.


(...) Que le den por culo al mundo.
Si a una persona le preocupas, también se preocupará de saber de ti. Si no, no merece la pena gastar energía en esas personas.
No puedes sacrificar tu propia felicidad por tonterías.
Cada persona sigue su camino. Y si el de una persona cercana a ti se separa y no se preocupa de mantener el contacto, adiós y hasta pronto.

Es una pena. 

Sí.
Pero la vida sigue.
No puedes parar tu vida por los demás. Yo me he tirado un año haciéndolo, y se me nota en la cara la factura.
Pero se acabó.
Tienes mejores cosas que hacer que preocuparte de eso.
No merece la pena pasarlo mal.
Hay que aprender a dejar ir a las personas, aunque signifique un cataclismo personal para ti.
Tu vida al respecto volverá a su cauce.
Siempre aparecen colegas nuevos. Tal vez mejores, tal vez peores. Pero ahí está la "belleza" de la vida.

Pues es fea de cojones. 

Lo se. como una tarántula. Bella y horrenda a la vez.

La tarántula da grima. 
Prefiero a los osos hormigueros. (...)

Los nuevos amigos de hoy en día te curan de los viejos.
Y con simples mensajes.
Gracias.


lunes, 22 de julio de 2013

Otra más de lo mismo.

Qué malo es pararse a pensar... perdemos tanto tiempo de nuestros días en pensar qué es lo correcto, qué nos gusta, quienes somos... que se nos escurre la vida entre los dedos sin darnos cuenta, y cuando es así, volvemos a perder el tiempo en lamentarnos con qué rápido se nos ha ido el tiempo y la vida...

Y llega un punto de inflexión en el que te planteas qué es mejor. Echar toda la mierda del mundo y que al final queden a tu lado las cuatro (y son cuatro, ni una más ni una menos) personas que te quieren tanto como para comprender tus pensamientos, o pasar.

La segunda opción no la llevo en los genes.
Lo siento.
Soy más de mandar a tomar por culo y luego lamentar si no me habré equivocado.

Y he descubierto que se me da bien rectificar. Es más, todas las veces, he salido ganando con ello, puesto que en los tiempos que corren hoy en día, la gente se sorprende gratamente de descubrir que aún existe la humildad de admitir errores.

Hasta de eso me tengo que sentir orgullosa.