
Déjame prepararte una tarta de galletas y chocolate.
Déjame que te compre una bolsa de fresas de gominola.
Déjame leerte los poemas más hermosos de Benedetti.
Déjame enseñarte a hacer cosas bellas con las manos y ver finalizada tu obra.
Déjame que te deje los mandos y juegas tú misma a mi videojuego juego favorito.
Déjame leerte mis más preciados relatos.
Déjame enseñarte la música más melódica jamás compuesta.
Déjame indicarte cómo tratar bien a la persona que te ama.
Déjame decirte qué es lo que me gusta de la gente que me gusta.
Déjame señalarte la gran esfera luminosa que nos observa cada día.
Y si no me dejas, al menos cierra la boca y no conviertas tu alrededor en una espiral de miseria y lamentos, porque estás haciendo méritos para que seas tan desgraciada como proclamas.
Joder, qué alivio cuando te vas.
Fuente de la imagen: http://fairycide.deviantart.com/
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