En eso consiste.

Así que en eso consiste... y siempre se ha tratado de eso.

 No estoy destinada a escribir una historia normal. No como nos la venden en los libros, series o películas. Momentos como este son cuando eres más consciente que nunca de lo fantástica que es la fantasía y lo simple y directa que es la realidad.

 Por suerte, no he cambiado. Por suerte, ya no soy la misma. Porque en eso consiste. Fantasear con situaciones es el recurso final que queda para defenderse del dolor pasado. Y es adictivo. Incluso humanizador. Ver cómo a algunos les va bien, y a otros bastante peor. Porque en eso consiste, al final eres mero espectador desde tu propio palco.

 Hace poco he leído que todo lo que hacemos y conseguimos en esta vida no vale para nada, tan sólo el amor es lo que realmente da su fruto incluso en el último suspiro. Y pensando en ello, no está exento de pura verdad.
¿Porqué es tan desgraciado aquel que muere solo? Porque el poco aliento que le queda no podrá usarlo para decirle a la persona o personas que quiere lo mucho que les quiere, lo bien que se está sin dolor. Sin embargo, tan sólo puedo imaginar ese momento, y suponer que en la infita perspectiva que se le presenta a un moribundo por delante (por lo menos, toda una nueva aventura desconocida mucho más grande que la vida) el sentimiento que te inunda es de nostalgia. Por aquellos. Por los otros. Por él. Por ella.

Y la nostalgia, por mucho que a veces sea amarga, nos arranca una sonrisa. A veces, escapa una lágrima, pero sigue la sonrisa delatándonos. Y es que realmente, da igual al final cuantas veces te hayan hecho daño, da igual cuantas veces te hayan insultado, da igual cuantas veces has visto y sufrido injusticias.

Todo da igual, porque en ese momento, justo en ese, te sientes infinitamente feliz por haber conocido a esas personas que ahora te arrancan la sonrisa final. Por esas personas que han dado todo por que seas feliz. Por esa persona con la que al final decidiste encauzar tu vida y dejar una familia como legado.

Y que mientras todos lloran tu pérdida, tu sonríes porque te quieren.

 Y es que, al fin y al cabo, en eso consiste.

 Vaya, definitivamente está siendo un verano de lo más interesante...