Hasta los cojones de querer contentar a todo el mundo.
Tengo unas ganas terribles de reventarme los tímpanos del grito que quiero dejar salir mandando a tomar por culo a todo el mundo. (Casi. Tengo en mi cabeza claras excepciones. Pero ni una más ni una menos).
Tengo un gran problema al pensar que quienes me rodean, y con los cuales trato de ser agradable aunque por dentro esté totalmente rota, me correspondan con el mismo trato. Idiota. Idiota. Y mil veces idiota.
Estoy hasta la polla. De medir palabras, de hacer como que no me importa, de disculparme "por haber estado ausente", de que os cuente qué me pasa, saber que estoy mal, y no recibir ni una puta llamada al día siguiente, o dos días, o tres días después. Pero eso sí, yo tengo que ser agradable.
Y hoy, ahora, es un antes y un después. Porque a partir de hoy voy a ser como todos vosotros. Será vuestro problema si mi ausencia os molesta, y también si lo que digo no os gusta. Porque aquí nadie hace el gilipollas tanto como yo. Y eso se acabó.
Y así, amigos, es como se consigue el odio en el mundo. A partir del egoísmo. Y en lo que a mi respecta, a partir de vuestro propio egoísmo. Porque habéis conseguido despertar al mío entre todos.
¡BRAVO!
1 comentario:
Es bueno intentar ser uno mismo, sin odios...pero mantenernos como somos, te harà sentir mejor.
Deseo que halles ese equilibrio !!
Un abrazo !!
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